Si hablamos de acoso escolar, la mayoría de personas sabe a qué hace referencia este fenómeno. Sin embargo, este no es el único tipo de acoso entre iguales que se puede producir en un centro educativo, pues, aunque cueste creerlo, el sector docente es uno de los más afectados por el acoso laboral o mobbing.
¿Qué es el acoso laboral?
La palabra mobbing como una manifestación de acoso se acuñó en la época de los años ochenta por el profesor Heinz Leymann. Aunque no fue hasta finales de los años noventa y principios de los dos mil que el estudio del acoso laboral comenzó a cobrar importancia.
Una de las primeras definiciones de este fenómeno continúa siendo a día de hoy una de las más completas, y define el acoso laboral como: “Situación en la que una persona ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando su puesto de trabajo”.
Actualmente, en España, es complicado conocer la magnitud real de este problema, pues a la falta de estadísticas oficiales se suma el silencio y la desinformación, lo que se traduce en una gran cifra negra (casos de acoso laboral que no se denuncian o reportan).
Aunque ninguna profesión está exenta de esta problemática, varios estudios han demostrado que el sector servicios es el más afectado por el acoso laboral, entrando dentro de este sector el ámbito docente.
Manifestaciones más comunes del acoso laboral en el centro educativo
Para que una conducta sea considerada como acoso laboral, como se indica en la definición, es necesario que esta se produzca de forma sistemática y recurrente, es decir, no se trata de hechos aislados.
El acoso laboral puede adoptar múltiples formas, algunas de las más comunes en el ámbito educativo son:
- Juzgar el trabajo del o de la docente o cuestionar su labor.
- Aislar a la persona. No hablarle o saludarle, no incluirla en los grupos, etc.
- Hablar y criticar su vida privada, haciendo referencias despectivas o mofándose de ella.
- Atacar su postura política, religión o creencias, cultura, etc.
- Agredir verbalmente a través de insultos, críticas, desprecios, entre otros.
- Difundir rumores al resto de compañeros o compañeras o, incluso, a todo el entorno educativo, familias, alumnado, etc.
- Sobrecarga de trabajo.
- Asignación de grupos muy numerosos o difíciles.
- Denegación de solicitudes: aulas, materiales, permisos, etc.
¿Qué hacer?
Actualmente, en España, no existe una legislación única y específica en tema de acoso laboral, por lo que los pasos a seguir no están establecidos. En primer lugar, en caso de observar manifestaciones de acoso laboral, es importante no eliminar las posibles pruebas y realizar un seguimiento de las conductas: fecha, lugar, quién estaba presente, etc. En caso de que el acoso se produzca de manera horizontal, es decir, entre compañeros o compañeras, se puede acudir al equipo directivo para notificar lo que está sucediendo y solicitar que se tomen medidas.
Por otro lado, si el acoso es vertical, será necesario acudir a algún organismo superior, como sindicatos, la administración o asociaciones.
Si el acoso revierte la gravedad suficiente y las medidas tomadas a través de otras vías no han sido suficientes, se puede acudir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para denunciar los hechos.
Independientemente de las acciones tomadas, es importante que, en caso de ser necesario, busquemos ayuda psicológica especializada, de modo que podamos superar la situación vivida.
Conclusión
El acoso laboral tiene graves consecuencias tanto para la persona que lo sufre como para todo el ámbito educativo. Por eso, es necesario aprender a reconocerlo y saber actuar en caso de sufrirlo u observarlo. Sin embargo, lo más importante es poder prevenirlo y crear entornos de trabajo sanos y seguros en los que todos los implicados e implicadas puedan desarrollar su labor sin ningún tipo de agresión.