Después de un verano muy caluroso, las familias se enfrentan a un reto aún más difícil, la vuelta al cole. Los niños y adolescentes, acostumbrados a la libertad y ausencia de clases, tendrán que acostumbrarse de nuevo a un horario lectivo.
De igual forma, también tendrán que hacerlo los padres y madres. Tras haber pasado todo un verano con sus hijos, muchos consideran el inicio del curso escolar como su salvación. Pero no hay que relajarse.
Implicación de las familias en la educación
Padres, madres, si bien es vuestro momento de disfrutar de esas horas al día de “liberación”, también hay que dedicar cierto tiempo a controlar qué pasa en el colegio. Está demostrado que una implicación directa por parte de las familias en las actividades del centro escolar mejora no solo la educación sino también la relación con los niños.
De esta manera, los menores percibirán que el colegio no es solo una obligación para tenerlos ocupados sino que también interesa a los padres y se involucran en sus actividades.
¿Cómo lo hacemos?
La implicación no solo consiste en estar pendiente de las medidas y actuaciones que se realizan en el centro sino que también hay que practicarla en casa día a día. Para hacerlo, es tan sencillo como preguntarle a nuestros hijos qué tal han ido las clases, cómo se lleva con sus compañeros de clase y amigos y qué ha hecho en el recreo, entre otras muchísimas posibilidades.
Este tipo de preguntas y muestras de interés sobre la vida del menor hará que tenga más confianza con nosotros, llegando a compartir cosas que, de otra forma, podría haberse guardado para sí mismo. Esto implica que, en caso de futuros problemas, como el acoso escolar, acuda a nosotros al considerarnos una figura de apego seguro.
Por otro lado, para asegurar una conducta prosocial en los menores y el establecimiento de relaciones sociales sanas, es de vital importancia desarrollar elementos de la inteligencia emocional como el reconocimiento de emociones y las habilidades sociales. Para empezar a ponerlo en práctica, cuando hablemos con el menor sobre cómo le ha ido el día en la escuela, podemos preguntarle cómo creen que se han sentido sus compañeros o ellos mismo ante alguna situación.
La importancia de unificar el discurso
Por mucho que el colegio ofrezca una educación a nuestros hijos, no hay que olvidar que esta continúa en casa. Por ello, es muy importante establecer un discurso unificado colegio-casa, evitando así contradicciones y errores en el aprendizaje.
Con tal fin, nuestro curso Crecer en un Entorno Seguro trabaja todas estas cuestiones, entre otras, con la finalidad de prevenir conflictos en las relaciones entre los menores.