Esta semana comienza de nuevo el colegio y, con ello, la vuelta a la rutina, las clases, los deberes, los compañeros. Seguro que ya tenéis todos los materiales preparados, habéis renovado el armario para los peques y sabéis los horarios de las actividades extraescolares. Sin embargo, siento deciros que aún queda un poco más por hacer. En el artículo de hoy hablaremos de la vuelta a la rutina y la importancia de establecer horarios y orden, también hablaremos de la reincorporación de los niños a la vida escolar y, por último, de cómo prevenir algunos problemas que pueden surgir durante el curso.
Rutinas
Si durante el verano hacíais mil planes, los niños se acostaban tarde viendo películas y se han pasado varias semanas en el pueblo de los abuelos, la vuelta a la rutina puede que les cueste un poco.
Para que retomen la normalidad, lo principal es establecer horarios y cumplirlos. Estos horarios pueden ser progresivos y comenzar con pequeñas acciones como establecer la hora de acostarse y levantarse y las comidas. Poco a poco se pueden añadir las horas de hacer los deberes, de jugar, de disfrutar de dispositivos electrónicos, etc. Tener su día organizado ayuda al menor a desarrollar la responsabilidad, aprender la gestión del tiempo y les aporta estabilidad.
Sin embargo, no hay que planificar hasta el último momento de su vida, es conveniente dejar que los niños disfruten de tiempo libre y tengan poder de decisión.
Síndrome postvacacional
Además, hay que tener en cuenta que todos estos cambios repentinos pueden producir lo conocido como síndrome postvacacional. Esto se observará en fatiga, trastorno del sueño, falta de apetito, apatía o falta de concentración. Es normal que perdure durante una semanas y, para ayudarles, podemos:
- Buscar y mostrar el lado positivo de la vuelta al cole. Reencontrarse con sus amigos, hacer actividades, jugar, aprender nuevas materias, etc.
- Preparar juntos. Si se implican en la preparación de la vuelta al cole, comprar material o escoger ropa, es más probable que tengan ilusión y ganas por volver.
- Ser un ejemplo. Los niños son espejos de nosotros mismos, si nos tomamos la vuelta a la rutina como un castigo, ellos también lo verán de este modo. Sin embargo, si nos ven ilusionados y motivados por la vuelta, ellos también lo estarán.
Habilidades sociales
Con la vuelta al cole también vuelven los compañeros. El menor se va a enfrentar de nuevo, o por primera vez, a la socialización con sus iguales y con los profesores. Por ello, es esencial dotar al menor con las herramientas necesarias para enfrentarse a esa socialización de manera correcta.
Las habilidades sociales forman parte de la inteligencia emocional y son clave para relacionarse con el entorno que nos rodea. Según la teoría que consultemos, vamos a encontrar una definición distinta de este concepto, al igual que diferencias en cuanto a los elementos que forman dichas habilidades.
Una definición bastante completa sería “el conjunto de estrategias de conducta y las capacidades para aplicar dichas conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que está”.
Dentro de las habilidades sociales encontramos otros elementos imprescindibles para el correcto desarrollo del niño como son la empatía, la asertividad, la resolución pacífica de conflictos o la cooperación.
Educando a nuestros hijos en todos estos valores nos aseguramos de que tenga una correcta relación social con sus compañeros, profesores y resto de personas de su entorno. Además, estas habilidades promueven el comportamiento prosocial y la tendencia a ayudar a los demás.
Mejor prevenir que curar
No lo decimos nosotras, sino la sabiduría popular. Durante el curso escolar pueden surgir múltiples problemas a los que el menor deberá enfrentarse. Estar prevenidos e informados puede ayudar a paliar e, incluso, evitar algunos de estos conflictos.
Un buen ejemplo de ello es el acoso escolar, educar a nuestro hijo en empatía y habilidades sociales puede prevenir que se vea inmerso en estas situaciones. Del mismo modo, si aprendemos sobre esta problemática podremos detectar si nuestro hijo está implicado en un caso de acoso escolar y sabremos cómo actuar.