Buscar
febrero 10, 2025
Portada gravedad acoso escolar y ciberacoso

¿Es más grave el acoso escolar tradicional o el ciberacoso?

Al realizar las sesiones de prevención del acoso escolar y el ciberacoso, siempre nos gusta preguntar al alumnado cuál de las dos conductas cree que es más grave. Como es de esperar no existe una opinión unánime y siempre se crea debate entre cuál de los dos genera más daño y consecuencias. 

La opinión de los y las estudiantes

El primer argumento que siempre aparece para defender que el acoso presencial es más grave es la posibilidad de sufrir un daño físico. Sobre todo a edades tempranas los golpes son más graves que el daño psicológico que pueden causar las palabras u otras acciones sin lesiones físicas.

Por otro lado, principalmente en primaria donde el móvil y las redes sociales todavía no son tan importantes, defienden que de las agresiones online puedes huir o ignorarlas. Mientras que de una agresión presencial es más difícil escapar o poder evitarla.

Respecto a los argumentos a favor de que el ciberacoso escolar es más grave, suelen surgir más a partir de los primeros cursos de la ESO. En este momento su vida digital empieza a cobrar más importancia y presencia. 

El primer argumento es relativo a la reputación, que en la adolescencia cobra una gran importancia, y explica que una ciberagresión tiene mucho más alcance que una agresión presencial en el centro educativo. Además, las ciberagresiones pueden perdurar mucho más en el tiempo y son difíciles de eliminar.

A diferencia de primaria, donde ven fácil evitar las agresiones online, en la ESO el ocio y la vida social ya se ha trasladado a la red y pasan muchas horas conectados y conectadas. Por esta razón, opinan que el ciberacoso puede ser más grave ya que no lo pueden evitar y está atacando los momentos de desconexión, no sabiendo cuándo puede suceder la ciberagresión.

Por último respecto a las respuestas que solemos recibir en las sesiones, está la postura intermedia. Esta postura afirma que ambas conductas son igual de graves y generan consecuencias muy dañinas para la víctima que las sufre.

Entonces, ¿es más grave el acoso escolar o el ciberacoso?

Efectivamente, este último punto de vista es el que más se acerca a la realidad. El acoso escolar y el ciberacoso son igual de graves y ninguna de las dos genera más consecuencias que la otra. 

Si bien es cierto que en el acoso escolar se puede producir daño físico además del daño moral o psicológico, el ciberacoso tiene características únicas que hace que la persona que lo sufre tenga graves consecuencias. 

En primer lugar, el ciberacoso se puede producir en cualquier momento del día, en cualquier lugar, debido a la gran presencia que tienen hoy en día los teléfonos móvil. Por tanto, la víctima no tiene un momento de seguridad o descanso. 

Además, las personas que realizan ciberacoso suelen aprovecharse de las posibilidades que brindan las TRIC y realizar la conducta de forma anónima. Este anonimato aumenta la indefensión e inseguridad de la víctima, ya que no sabe quién la está acosando. 

Si a estas dos circunstancias le sumamos la amplitud de audiencia y la dificultad de eliminar un contenido una vez publicado o enviado, ya tenemos todos los ingredientes para que, sin necesidad de un daño físico, se generen unas lesiones psicológicas y unas secuelas igual de graves que el acoso presencial.

Por otro lado, además de que ambas conductas son igual de graves por separado, hay que tener en cuenta que generalmente se producen a la vez. Si existe un caso de acoso escolar presencial, las agresiones saltarán a las redes y viceversa. Por lo que el potencial lesivo de ambas conductas se ve incrementado.

¿Cómo se mide la gravedad del acoso escolar?

Por tanto, la gravedad de un caso de acoso escolar no depende de su modalidad, presencial u online, sino de las conductas llevadas a cabo, la duración del acoso o las personas implicadas, entre muchos otros factores.  Sobre todo, lo que va a determinar la gravedad y consecuencias de un caso de acoso será la propia víctima, pues ante un mismo hecho, cada persona puede vivirlo y gestionarlo de maneras muy diferentes.

Aún así, todos los casos de acoso, tanto tradicional como ciberacoso, tienen la misma importancia y deben tratarse con la máxima prioridad y tomando las medidas necesarias para que termine de inmediato y se garantice la seguridad de la víctima.

Queremos saber tu opinión