El pasado 14 de abril se publicaba en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el Proyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia. Desde Save the Children se entregaron al Congreso 500.000 firmas que reclamaban esta ley. Finalmente incluirá modificaciones que ONGs y asociaciones venían reclamando hace tiempo.
¿Qué se entiende por violencia contra menores de edad?
En el primer artículo del Proyecto de Ley se recoge:
A los efectos de esta ley, se entiende por violencia toda acción, omisión o trato negligente que priva a las personas menores de edad de sus derechos y bienestar, que amenaza o interfiere su ordenado desarrollo físico, psíquico o social.
En cualquier caso, se entenderá por violencia el maltrato físico, psicológico o emocional, los castigos físicos, humillantes o denigrantes, el descuido o trato negligente, las amenazas, injurias y calumnias, la explotación, incluyendo la violencia sexual, la corrupción, la pornografía infantil, la prostitución, el acoso escolar, el acoso sexual, el ciberacoso, la violencia de género, la mutilación genital, la trata de seres humanos con cualquier fin, el matrimonio forzado, el matrimonio infantil, el acceso no solicitado a pornografía, la extorsión sexual, la difusión pública de datos privados así como la presencia de cualquier comportamiento violento en su ámbito familiar.
¿Por qué es necesaria esta ley?
La Convención sobre los Derechos del Niño recoge que es esencial asegurar y promover el respeto de su dignidad humana e integridad física y psicológica. Esto debe realizarse mediante la prevención de toda forma de violencia.
El problema de la violencia contra la infancia es que no se registra como sí lo hace en los adultos. Los datos que recogen las cifras de menores víctimas de violencia tienen una gran cifra negra que no se ha registrado. Esta cifra la componen todos esos menores que no pueden, no saben, o no se ven capaces de pedir ayuda y de denunciar la violencia que están sufriendo. Los menores son víctimas en entornos que deberían ser seguros para ellos, como el colegio o su propia casa. Es muy bajo el porcentaje de agresores de niños desconocidos. Por esto es todavía más difícil para un niño reconocerse víctima de violencia cuando esta es ejercida por un compañero del colegio, un profesor o un miembro de su familia.
Por todo esto, esta ley supone un avance en los derechos de la infancia. Es necesario proteger a las víctimas y concienciar a la sociedad de la inadmisibilidad de cualquier tipo de violencia contra los niños y niñas.
Cambios importantes que introduce la ley.
En primer lugar, pretende abarcar todos los ámbitos en los que los menores desarrollan su vida y todas las fases que dan lugar a la violencia. Con este fin engloba desde la prevención y detección temprana a la atención inmediata y la recuperación.
Además, unifica aspectos recogidos en otros textos. Por ejemplo, la obligación de denuncia cuando se es sabedor de que un menor es víctima de violencia o la importancia de la prevención mediante la educación y protocolos de actuación.
Otro avance es la capacidad de denunciar de los menores sin necesidad de que se evalúe su madurez. Así pues, serán escuchados en los procesos que les afecten. Además, la ley recoge la necesidad de creación de espacios seguros, adaptados y confidenciales para que los menores puedan comunicar las situaciones de violencia que sufren o que conocen. También se formará al personal en contacto con menores para conseguir una atención integral a las víctimas de violencia.
Por otro lado, se establece un sistema de garantías de los sistemas de protección a la infancia. Las entidades públicas de protección, deben cuidar en especial de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Entre otros, de los niños o niñas que llegan solos a España o de los niños, niñas y adolescentes privados de cuidado parental. Además, se garantiza a los niños y niñas en necesidad de protección internacional el acceso al territorio y a un procedimiento de asilo con independencia de su nacionalidad y de su forma de entrada en España.
Modificación de la prescripción del delito de abuso sexual
Un cambio considerable es la ampliación del plazo de prescripción de un delito de abusos sexuales a menores. Antes el plazo de prescripción empezaba a contar cuando el menor cumplía los 18 años. Este plazo hacía que muchos abusos a menores se quedaran fuera de la justicia. Esto se debía a que el plazo caducaba antes de que la víctima se viera capaz de denunciar o se reconociera víctima de abusos. Como se ha visto, el hecho de que los abusadores sean en su mayoría personas conocidas para el menor elude muchas denuncias. Los agresores manipulan a sus víctimas y le hacen creer que es un juego, dotándolo de un entorno de secretismo. Por esto, esta ley amplía el plazo de prescripción, que empezará a contar cuando la víctima alcance los 35 años.
Agenda 2030
Es necesario mencionar que la ley incluye los compromisos y metas del Pacto de Estado contra la violencia de género y de la Agenda 2030. De forma muy específica con la meta 16.2: «Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños». Por esto, la ley considera las formas de violencia a las que están expuestas las niñas por el hecho de serlo. Por su edad y sexo, muchas veces son doblemente discriminadas. La exposición de motivos recoge que esta ley debe tener en cuenta las formas de violencia que las niñas sufren específicamente por el hecho de ser niñas y así abordarlas y prevenirlas a la vez que se incide en que solo una sociedad que educa en respeto e igualdad será capaz de erradicar la violencia hacia las niñas.
¿Ahora qué?
El Proyecto de Ley que se ha analizado ha sido presentado por el Congreso. Para que adquiera la forma de Ley Orgánica es necesario que el Senado también la apruebe y se publique en el BOE. Así los organismos públicos podrán poner en marcha las medidas que recoge.
Todos tenemos la esperanza de que sea un proceso rápido que no se demore por cuestiones de política que nada tienen que ver con los menores, porque como Save the Children lleva por lema, las víctimas de violencia #nopuedenesperar.
Lucía Montes – Abril 2021