El papel de la familia en el acoso escolar

¿Qué es el acoso escolar?

Aunque hoy en día todo el mundo conoce el acoso escolar y tiene una idea de lo que es, comenzaremos ofreciendo una definición. El acoso escolar es una conducta reiterada e intencionada de agresión física o psicológica que realiza uno o varios alumnos/as hacia otro compañero/a. Esta situación coloca a la víctima en una situación de desigualdad de la que rara vez podrá salir por sus propios medios. Por tanto, para que la violencia escolar se considere acoso se han de cumplir tres requisitos, como nos indica su definición, intencionalidad, repetición en el tiempo y desigualdad entre víctima y agresor/es.

Actualmente, el acoso escolar no solo sucede en el patio del colegio. Desde hace varios años, con la llegada de las nuevas tecnologías, el ciberacoso acompaña a los menores en cualquier lugar y a cualquier hora. De este modo se aumentan el miedo y la inseguridad constantes.

En los últimos años también ha aumentado la conciencia respecto a este hecho, habiendo cada vez más medios para hacer frente a este grave problema. Sin embargo, tristemente todas las medidas se han revelado como ineficaces, aumentando los casos de acoso cada día. Este aumento puede ser debido a la mayor concienciación sobre este fenómeno, que provoca un descenso de la cifra negra (casos no conocidos). Aún así son muchos los casos que no se reportan y son niños que continúan siendo víctimas diariamente. 

Importancia de la familia

Todavía existe la falsa creencia de que el acoso escolar es una conducta que solo afecta al centro escolar y, por tanto, desde la familia no se puede abordar. Sin embargo, este problema social afecta a toda la comunidad educativa y se debe tratar desde una perspectiva conjunta para poder erradicarlo y actuar de forma eficaz cuando suceda.

Aunque el acoso se produzca en el colegio/instituto o en las redes, y, por tanto, no sea visible en casa, sí se pueden observar una serie de signos y síntomas que pueden indicar que nuestro hijo/a está sufriendo acoso escolar o ciberacoso. Además, es posible detectarlo fomentando la comunicación con el menor, de forma que creemos un entorno seguro en el que se sienta libre de compartir su situación. 

Qué se puede hacer desde casa frente al acoso escolar

Es importante saber reconocer los signos nombrados con anterioridad  para poder actuar en caso de que aparezcan. A continuación se ofrece de forma muy resumida algunos indicadores de acoso escolar:

• Lesiones inexplicables, ropa rasgada u objetos personales rotos o extraviados.
• Malestar generalizado, síntoma de estar somatizando el acoso sufrido.
• Rechazo a ir a la escuela, empeoramiento del rendimiento escolar.
• Poco comunicativo, retraímiento.

Por otro lado, aunque es más difícil de detectar, si mantenemos una comunicación fluida y diaria con los pequeños/as, también podemos observar si está realizando o presenciando acoso escolar hacia sus compañeros/as.

Si sabemos o sospechamos que se está produciendo un caso de acoso escolar, sea cual sea el papel del/de la menor: víctima, agresor/a o espectador/a, es importante avisar cuanto antes al centro educativo para tomar las medidas necesarias para frenar el acoso y proteger a la víctima.

La prevención, la mejor herramienta

La educación para evitar el acoso escolar comienza desde el hogar. Enseñando valores como la empatía, el respeto y la diversidad, evitaremos que nuestro hijo/a agreda a sus compañeros/as. Por otro lado, educando en inteligencia emocional y, en especial, en habilidades sociales, podremos disminuir el riesgo de que se conviertan en víctimas. Aunque esto es resumir demasiado el complejo fenómeno que es el acoso escolar, pequeñas acciones pueden suponer una gran diferencia. 

Otra posibilidad es hablar con nuestro hijo/a diariamente sobre su jornada escolar, cómo le van las clases, quiénes son sus amigos/as, a qué juega en el patio, etc. De este modo, si surge algún problema lo podremos detectar. Asimismo, transmitiendo a los más pequeños seguridad y confianza aumentamos las posibilidades de que sientan que pueden contar con nosotros y contarnos si están sufriendo acoso.

En conclusión, hacer frente al acoso escolar es una tarea compleja que requiere acciones conjuntas y esfuerzos por parte de toda la comunidad educativa. Sin embargo, individualmente siempre existen pequeñas acciones que se pueden llevar a cabo para intentar disminuir su incidencia y las posibilidades de que nuestros pequeños se vean afectados. Actualmente, podemos encontrar multitud de recursos e información de forma gratuita en Internet y diversos medios, como libros, testimonios, etc.

No obstante, si estás interesado en abordar el tema en profundidad y tener las herramientas para saber cómo actuar, desde Krimera ofrecemos un curso de Prevención del acoso escolar orientado a la familia. Así pues, te animamos a formarte y acompañarnos en la lucha contra este triste fenómeno. 

Silvia Rentero – Mayo 2021